martes, 31 de diciembre de 2013

Tafí del Valle

Tafí del Valle
Pues después de una breve visita a Tucumán tomamos el bus camino de los valles Calchaquíes. El trayecto pasaba por una zona de yungas (selva de montaña) preciosa, la luz del atardecer hacía que las sombras del bosques insinuaran un lugar mágico.

Al llegar a Tafí el hostel donde pensábamos pasar la nochebuena estaba cerrado, así que decidimos montar un campamento improvisado en el jardín del hostel junto con otros dos chicos que estaban en la misma situación. Buscando algo de leña conseguimos encender un fuego y hacer una parrilla improvisada con la ayuda de materiales recopilados de una obra cercana para cocinar un rico arroz con tomate. También conseguimos unas cervezas para brindar esa noche, así que al final nos fue bien.

Al día siguiente recogimos rápido el campamento para no ser detectados por los dueños del hostel y enfilamos hacia el centro. Como era el día de Navidad muchas tiendas estaban cerradas, pero conseguimos desayunar en la arbolada plaza central, muy agradable. En la calle Los Palenques encontramos alojamiento. Un Albergue con jardín donde nos dejaron poner la tienda de campaña. Era bastante básico, por decirlo así, pero suficiente y barato.

Ese día hicimos una excursión con intención de llegar al dique de El Mollar pero el sol solo nos dejó llegar hasta "Ojo del Agua", un lugar donde manaba agua de la montaña formándose una pequeña poza muy agradable. Después de comer allí con los pies a remojo para refrescarnos decidimos regresar para no seguir achicharrándonos. Un señor muy amable nos llevó de vuelta y nos invitó a una infusión en su cafetería. La ruta estaba llena de tucumanos intentando escapar del calor asfixiante ya que en Tafí la temperatura es más fresca y se puede respirar. Cabe destacar que por fin comimos queso rico ya que son famosos los quesos tafinistos.

Patio del museo jesuita 
Al día siguiente fuimos a visitar el museo jesuítico ubicado en una finca en una finca que perteneció a los jesuitas hasta su expulsión de los territorios de la corona de España dictada por el rey Carlos III. Hoy es un museo provincial en el que se encuentran restos arqueológicos de los pueblos indígenas Diaguitas, Calchaquíes e Incas en una construcción típica del periodo colonial. Además es un centro artesano donde nos regalaron semillas de Cayote. Tras terminar la visita emprendimos camino a Amaicha del Valle en autostop.

Y para no olvidar nunca Tafí del Valle el gran Atahualpa Yupanqui nos canta
Luna Tucumana que siempre resonará en nuestro recuerdo.


El chupacabras también pasó por aquí. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario