Cordoba

Tras otra noche de viaje llegamos a Córdoba por la mañana temprano. Nos instalamos en casa de un chico que nos alojó mediante couchsurfing y salimos a explorar el centro. 

Córdoba es la capital del interior argentino, y se nota en sus calles, en los edificios y museos, en el ritmo de vida...Siguiendo la cañada que atraviesa de norte a sur la ciudad, la unica calle con algo de frescor gracias a los árboles y el reguero que sigue su curso por la misma. Por ahí, pasando la plaza de la independencia donde se encuentra un monumento a los héroes de las Malvinas, llegas al paseo del Buen Pastor. Es en este lugar, a ritmo de Queen, donde una fuente de chorros imposibles da vida a la antigua cárcel de mujeres.

Conmemoración de presas políticas en la dictadura

A un costado del paseo se encuentra la iglesia de los capuchinos, quizá la más impresionante de Córdoba. Está repleta de gárgolas y esculturas que destacan sobre los distintos colores de su fachada. Ese día terminamos recorriendo el barrio de Nueva Córdoba, donde el ambiente estudiantil de la ciudad llenaba las terrazas y bares tras la caída del sol. Al llegar a casa probamos el asado argentino gracias a nuestro anfitrión, delicioso :)

Patio del Cabildo

Teníamos planeado una ruta por varios de los museos de la ciudad para nuestro segundo día, pero las circunstancias no iban a acompañarnos. Comenzamos visitando el museo del cabildo ubicado en la plaza de San Martín, en el centro de la ciudad. Después visitamos una galería de arte y cuando quisimos acercarnos al museo de la memoria nos lo encontramos cerrado. Como hacía sólo una semana de los saqueos el gobierno provincial había decidido adelantar las vacaciones a todos los funcionarios, entre ellos los vigilantes de museo, y en el museo de la memoria decidieron tomarse unas vacaciones anticipadas cerrando 3 horas antes de lo indicado. Así que callejeamos por el centro, visitando la Manzana Jesuítica donde están la Capilla Doméstica, el Colegio Nacional de Montserrat, la Iglesia de la Compañía de Jesús y la antigua sede de la Universidad Nacional de Córdoba, donde intentamos hacer la visita guiada pero el guía se había tomado el día libre. Después de este deambular por la ciudad nuestra suerte cambió al llegar a casa, nuestro anfitrión nos enseñó a preparar deliciosa pasta casera siguiendo la receta de su abuela: que rico!

Tallarines en proceso

Nuestro último día intentamos visitar el museo de antropología, que estaba cerrado por el adelanto vacacional, y la feria de artesanía que aunque supuestamente comenzaba a las 16h el calor cordobés hizo que hasta las 18h los artesanos no comenzaran a montar los puestos, vimos un poquito y partimos hacia nuestro próximo destino: las sierras cordobesas y después, Tucumán.

El chupacabras de Córdoba