domingo, 15 de diciembre de 2013

Valparaiso

En tierras porteñas! De nuevo hemos tenido que hacer tetris con nuestras cosas para encajarlas en las maletas. Algunas se quedarán esperándonos a la vuelta y otras vendrán con nosotros: con la casa a cuestas.
Pasaje

Se acaba la primera etapa de Valparaíso. En estos meses hemos aprendido muchas cosas de este vello puerto, como por ejemplo que la calle más corta suele ser la más empinada, que si ves una papelera tienes que aprovechar y tirar lo que tengas que tirar porque no sabes cuando volverás a ver la siguiente, que mirar para el cerro es muy bonito, pero probablemente pises alguna caca de perro, que por muy nublado que esté descuida que no lloverá y alguna que otra cosa.





Vistas desde la ventana.
La ciudad es una sucesión de 42 cerros que descansan sobre un puerto natural en el nunca falta la presencia de barcos de la armada chilena. En el terreno ganado al mar se alza el plan, la única zona llana y donde se concentra la mayoría de la actividad económica y comercial. A medida que subes por empinados paisajes a lo alto de los cerros se aprecia como las casas son más sencillas hasta llegar a las tomas, las zonas chavolistas.



Valparaíso es el corazón cultural de Chile. Siempre hay mil cosas que hacer: conciertos, teatro, todo tipo de actuaciones al aire libre, etc., la mayoría muy económicos, incluso gratis. El asociacionismo vecinal está muy vivo, y hay centros comunitarios prácticamente en cada cerro.

El extraño árbol-palma de la plaza Italia
La gastronomía porteña no podría entenderse sin su pasado pescador: machas a la parmesana, ceviche, chupe de jaibas son algunos de los deliciosos platos con marisco o pescado que ofertan en cualquier restaurante turístico. Por la calle se come rápido y barato, con bastantes opciones vegetarianas.



Si te cansas de subir y bajar cerros puedes moverte en micro o tomar algún colectivo, el trolebús sólo funciona por el plan, la zona llana de la ciudad, así que no esperes librarte de la subida al cerro si viajas en trolley. Las micros son microbuses que hacen la función de los buses urbanos, pero como el transporte está privatizado hay varias empresas y no hay un punto de información centralizada. Lo mejor es preguntar al conductor si esa micro en concreto te acerca hasta tu destino, o sino cualquier vendedor ambulante puede ser un buen guía para orientarte sobre qué micro tomar. Por cierto, que no cunda el pánico la primera vez que montes en una, van muy rápido y podrás pensar que su ancho no entra en algún lugar por el que intenta pasar, pero si entra, si pasa, respira hondo.


Vista de la bahía desde el mirador 21 de Mayo.
Al parecer un alto número de militares jubilados terminan trabajando en los colectivos, ya que no pagan prácticamente impuestos y no hay que dar muchas explicaciones a la autoridad. A simple vista parecen un taxi, pero tienen un recorrido definido a tarifas muy económicas. Está claro que si necesitas que se salgan de su recorrido por un módico precio te pueden llevar hasta el fin del mundo.
Lobos Marinos en Muelle Barón.




Además, al caminar por la ciudad puedes encontrar "tesoros" ocultos, esos pequeños rincones o momentos que te hacen recordar porqué Valparaíso. Incluso puedes encontrar fauna en libertad que solo habías visto en zoos!

¿Que si nos gusta Valparaíso? Creo que es una ciudad insustituible que merece la pena conocer a fondo, como si no pudieses evitar quedar prendado de ella aunque haya cosas que no te gusten. 

2 comentarios:

  1. Me he suscrito a vuestro foro chicos. Me encanta como escribís. Y lo de las fotos es un punto!!

    Seguid disfrutando del viaje y recuerdos desde la fría Castilla.

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    1. Muchas gracias Sara!
      Si los cyber nos van funcionando intentaremos seguir actualizando el blog, de momento un virus que nos entró en la memoria usb nos ha borrado las fotos del comienzo del viaje, pero las más bonitas creemos que las seguimos teniendo.
      Un abrazo fuerte!

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